- Hoy existen 370 mil hectáreas de las 425.000 registradas en el Cenagro del 2012
Fuente: Agraria.pe
Más de 25 mil cafetaleros han dejado de sembrar café y han apostado por cultivos como cacao, cítricos, kion y coca.
A inicios del presente año, la Junta Nacional del Café (JNC) estimó que la producción nacional de café para el 2021 alcanzaría las 260.000 toneladas, sin embargo, en mayo se evidenciaron cosechas heterogéneas debido al desorden climático (en algunas zonas hubo excesos de lluvias; y en otras, falta de precipitaciones) en momentos de llenado de grano. A esto se suma el incremento de plagas como la broca en zonas por debajo de los 1.200 msnm (San Martín, Amazonas, Selva Central) y resurgimiento de la roya amarilla en zonas bajas (Alto Huallaga, Chanchamayo, Perené) a pesar de haberse instalado cultivares de variedad Catimor (que son tolerantes a dicha enfermedad), lo que ha generado que la nueva estimación alcance las 250.000 toneladas cuando en 2020 ascendió a 246.000 toneladas.
El gerente de la JNC, Lorenzo Castillo Castillo, detalló que en regiones como Amazonas y Cajamarca sí se aprecia un incremento de producción, sobretodo en las zonas más altas, lo cual es positivo ya que ahí se cultivan los cafés de calidad que registran alta productividad, proceso que ha sido liderado por las cooperativas agrarias que han logrado tener, en función a los precios de los cafés especiales, algunos recursos para poder invertir en soporte técnico.
En cuanto a la exportación de café por parte de Perú para este año, dijo que se estima despachar 230.000 toneladas (216.000 toneladas en 2020) lo que generaría en valor alrededor de US$ 800 millones, esto gracias a los buenos precios que se viene registrando. Agregó que este incremento en el precio del café se debe a que ha disminuido la producción de café en Brasil, provocado por una fuerte sequía.
“Se estima que la producción de café de Brasil se contraería en 12 millones de sacos (de 60 kilos). De 69 millones de sacos que cosechó en 2020, este año esperan cosechar 57 millones de sacos, además posiblemente el próximo año también se podría ver afectada su producción”, sostuvo.
Indicó que en el mercado interno también ha impactado, por eso se incrementó el precio del grano que ahora alcanza los S/ 10 el kilo en promedio, cuando en años anteriores el precio promedio era de S/ 6.5 el kilo. “Buen precio para los productores y se dificultad para las empresas y cooperativas en el acopio, ya que la mano de obra para la cosecha se ha incrementado”, sostuvo.
Cafetaleros migran a otros cultivos
Lorenzo Castillo destacó que otro tema que se ha apreciado es una sustitución de café por otros cultivos debido a que hubo un ciclo de precios muy bajos que no cubrían los costos de producción (ni siquiera la mano de obra). En ese sentido, dijo que en San Martín, Selva Central, Huallaga, VRAEM, el café fue sustituido por cacao; en selva central se instaló sobretodo cítricos, kion y coca.
Agregó que en el VRAEM actualmente hay 2.500 hectáreas de café cuando hace 10 años se contaba con 8.000 ha. Igualmente, en Sandia (Puno) hace 20 años había 12 mil hectáreas de café y hoy solo hay 3.000 ha. Asimismo, se ha vuelto a instalar coca en el Alto Huallaga (zona de Aguaytía). “Obviamente los precios bajos por el café han hecho que el productor migre a cultivos ilícitos que son más rentables”.
El gerente de la JNC manifestó que hay un reporte del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) desarrollado a fines del 2019, donde se indica que de las 425.000 hectáreas de café que había en el 2012 según el según el IV Censo Nacional Agropecuario (IV Cenagro) el 2019 solo quedaban 370.000 hectáreas. “Son 55.000 hectáreas de café que se han perdido o abandonado por tema de precios bajos, crecientes costos de producción y una carencia de oportunidades para mejorar productividad y rehabilitación o manejo de cafés”.
Comentó que esas 425.000 hectáreas eran manejadas por 225 mil agricultores, mientras que las 370.000 hectáreas son manejadas por menos de 200.000 familias. “Son más de 25 mil agricultores que han abandonado el café y han buscado otras opciones, algunos incluso se han insertado a los cultivos ilegales, esa es la herencia que nos deja este ciclo de gobierno y que el próximo gobierno tiene que afrontar”.
Plan Nacional del Café
Castillo indicó que este desinterés de los productores por sembrar café se debe a que el Midagri abandonó la implementación del Plan Nacional de Acción del Café Peruano (donde participó el sector público, privado y la colaboración internacional), el cual se trabajó en 2017 y 2018, y que a la fecha no hay visos que de atención. “Hoy se requiere un enfoque de actualización y darle soporte institucional, y fondos para poder canalizar las inversiones en renovación y/o rehabilitación de cafetales”. Este plan nacional busca mejorar los niveles de competitividad y sostenibilidad social y ambiental de la cadena de valor del café.
Además, dijo que se ha modificado la estructura y el rol del Consejo Nacional del Café y no tiene soporte adecuado por parte del Estado. En ese sentido, señaló que los productores plantean que esta institucionalidad sea presidida por el Midagri e integrado por diversos ministerios, y la Secretaría Técnica corresponda al sector privado a efectos de que tenga sostenibilidad y continuidad. “Vemos que no hay un apoyo del Gobierno, lo que muestra una carencia de país del desarrollo agrario, una visión cortoplacista de administración de crisis y no de estrategia de desarrollo sostenible”.
Marca Cafés del Perú
En otro momento, Lorenzo Castillo se refirió a la Marca Cafés del Perú, la cual dijo que todavía es un proyecto en construcción porque “no es la denominación o el nombre lo que hace impacto, sino sobretodo el tema de estrategia de promoción ordenada, la consistencia en la oferta de calidad y que haya una institucionalidad público-privada coherente, eso es lo que está pendiente de construir”.
Resaltó que el tema de institucionalidad, donde el sector privado es el actor central, para darle estabilidad y continuidad en las estrategias de promoción, es una tarea pendiente. “El mercado hoy está con una tendencia a generar marcas de origen regional, lo que hace que haya una identidad en función a factores históricos, de calidad, geográficos, de diferenciación, y eso es lo que han avanzado países como Colombia, Guatemala, pero que aquí no podemos construir por la carencia de institucionalidad, aquí las estrategias de promoción no la desarrollan en función a las tendencias y construcción de origen sino en función a la voluntad de los funcionarios de turno”.
Consumo interno
Sobre el consumo interno de café, el gerente de la JNC señaló que ha habido una contracción del consumo en cafeterías debido a las medidas de prevención para contener el Covid-19, que generó el cierre total o se limiten el acceso a cafeterías, restaurantes, entre otros; y recién este año se reabren. Sin embargo, destacó que el consumo en casa ha crecido sustantivamente.
“Se ha implementado un sistema de comercio virtual y delivery, donde muchos jóvenes emprendedores, productores y empresas han desarrollado ofertas de café de origen regional aprovechando sus relaciones con sus residentes en Lima de origen provincial, y se ha desarrollado mucho mercado de consumo interno”, comentó.
Además, destacó que las familias han hecho pequeñas inversiones en equipos de preparación en cafés (cafeteras), esto viene de la mano con una campaña de divulgación de las ventajas de consumir café, corrigiendo el mensaje equivocado que el café hace daño a la salud. Ese cambio de imagen que va desarrollándose hace que la población comience a disfrutar de esta bebida caliente.
Asimismo, señaló que en los últimos años se han instalado muchas cafeterías, que si bien es cierto algunas han cerrado como consecuencia de la crisis económica generado por el Covid-19, sin embargo, confía que una vez pasado este periodo se volverán a abrir nuevos emprendimientos de este tipo.
“El café peruano ya tiene una imagen, ha crecido el consumo, se ha generado una corriente fuerte de divulgación de las ventajas y se ha capacitado en la forma de preparar un buen café. Hay promociones de jóvenes baristas y catadores, lo que indica que hay un aprendizaje importante en la preparación de café, sobretodo en el estrato de jóvenes y esa tendencia es alentadora y al mismo tiempo se convierte ya en una fuente de empleo interesante”, manifestó.
“El consumo ha crecido tanto en las zonas urbanas como en las rurales, hay cafeterías modernas, con baristas en muchas ciudades del país, tanto de cooperativas como de jóvenes emprendedores, quienes ofrecen marcas de cafés locales. En las ciudades hay inversiones de empresas industriales globales (Starbucks, Juan Valdez, McDonald’s), pero en las regiones hay cafeterías de jóvenes hijos de productores cafetaleros que aprecian cómo se prepara el café, aprecian la calidad del café, y aprenden las familias a tomar café”, finalizó.