- REQUISITO. Desde fines de diciembre, para ingresar a la Unión Europea, exportadoras de café o cacao deben garantizar que su producción no tiene vínculos con la deforestación.
Fuente: OjoPúblico
El próximo 30 de diciembre entrará en vigencia una norma de la Unión Europea que impone nuevas exigencias a los envíos peruanos de cacao, café, palma aceitera, madera y otros productos, para garantizar que sean libres de deforestación. Un reciente estudio alertó que solo tres empresas locales, líderes en sus sectores, han incluido “compromisos a medias”, “tardíos” y con “escaso avance”: Corporación Perales Huancaruna – Corporación Perhusa, Machu Picchu Foods y Alicorp. Ninguna de ellas superó el 15% de cumplimiento. Representantes de rubros incluidos en la nueva norma advierten falta de apoyo del Gobierno de Dina Boluarte para adaptarse a las exigencias.
Desde hace cinco años, las exportaciones de café y aceite de palma peruanos tienen a la Unión Europea como principal destino. En este escenario, en 2023, el Parlamento Europeo aprobó una norma para impedir que ingresen distintos productos, si su producción está relacionada con deforestación o degradación de bosques.
Para eso, entre otros requisitos, las exportadoras peruanas deben detallar las coordenadas de geolocalización de las tierras donde desarrollan sus actividades. También tienen que presentar declaraciones sobre los títulos de propiedad —para asegurar la legalidad de la tierra— y brindar información detallada para verificar que se han respetado los derechos humanos durante la elaboración de los bienes.
Tras una prórroga en la implementación de estos requerimientos, los grandes exportadores tienen hasta finales de año para alinearse a la norma europea. Para las de menor escala, el plazo es hasta mediados de 2026. La norma considera a siete sectores: cacao, café, palma aceitera, madera, caucho, soya y carne bovina.
“Exportadoras deberán garantizar a la Unión Europea que productos como el café o el cacao no tienen vínculos con la deforestación”.
A escasos meses de su entrada en vigencia, un reciente estudio de Global Canopy —organización basada en Oxford, Inglaterra— reportó que, en 2024, apenas 16 de 500 compañías de todo el mundo implementaron “medidas creíbles” para eliminar la deforestación en sus cadenas de suministro.
Del total, solo tres son peruanas: Corporación Perales Huancaruna – Corporación Perhusa (dedicada a la producción de café), Machu Picchu Foods (cacao) y Alicorp (aceite de palma). Sin embargo, ninguna de estas últimas superó el 15% de score de cumplimiento.
Los resultados evidencian el retraso en la implementación de medidas de sostenibilidad por parte de las empresas peruanas. Esto ocurre en un contexto en que peligra su acceso al mercado europeo, el tercero en importancia detrás de China y los Estados Unidos.
Baja puntuación
La adecuación al reglamento europeo no solo ha significado un reto para las pequeñas compañías. A fines de abril, un estudio de la organización inglesa Global Canopy reveló que solo 16 de 500 firmas líderes en sus países han tomado “medidas creíbles” para eliminar la pérdida de bosques en sus cadenas de suministro globales.
“Solo el 8% de las 500 empresas declaran que más del 50% de sus volúmenes de materias primas están libres de deforestación”, detalla la publicación. El informe analizó compañías dedicadas al sector de carne vacuna, cuero, aceite de palma, pulpa y papel, soya, madera, así como cacao, café y caucho.
Tres de las 500 empresas son peruanas: Alicorp, Machu Picchu Foods y Corporación Perales Huancaruna (Corporación Perhusa). Todas ellas fueron incluidas en la categoría “mayoría tardía” por tener “compromisos a medias” y con avances “escasos”. Pese a ser referentes en sus sectores económicos, ninguna superó una calificación del 15% en el cumplimiento de acciones para excluir la deforestación de sus actividades.
“El 15% es un score pobre y, en general, sugiere que no se han adoptado límites para reducir la presencia de deforestación en sus cadenas de suministros”, dijo sobre el caso peruano Emma Thomson, una de las autoras del reporte Forest 500 and Tracking Lead de Global Canopy.
La especialista agregó que la investigación evidencia que las “acciones voluntarias” de las compañías no son suficientes y que se necesitan mayores compromisos por parte de estas para asegurar que sus actividades no tengan vínculos directos con la deforestación. “Las empresas líderes [que tuvieron mayor calificación] demuestran que es posible”, dijo.

Alicorp, con actividades en el sector alimentos y fuerte presencia en la producción de palma aceitera, obtuvo un cumplimiento de 14% en el reporte anual de Global Canopy. Entre 2022 y 2024, esta compañía exportó 581 toneladas de aceite de palma cruda y refinada, según información de Aduanas analizada por OjoPúblico. La mayor parte de su producción tuvo como destino Bolivia, donde también tiene operaciones.
Otra empresa peruana que aparece en la publicación es Machu Picchu Foods, dedicada, principalmente, a la exportación de cacao. Esta obtuvo un cumplimiento del 10%. Entre 2022 y 2024, sus exportaciones superaron las 84.000 toneladas. De ese total, el 10,8% llegó a la Unión Europea.
La última de la lista, y con un cumplimiento todavía menor, fue Corporación Perales Huancaruna, líder en la exportación de café, que apenas llegó al 7%. Casi la mitad de las más de 105.000 toneladas que exportó, entre 2022 y 2024, tuvieron como destino territorio europeo.
Este medio contactó a las tres empresas peruanas para recoger sus impresiones sobre el reporte de Global Canopy y conocer más detalles sobre las medidas que han implementado para adecuarse a la norma europea de cero deforestación. Al cierre de este informe, ninguna contestó.
Retrasos y silencios del Midagri
En noviembre de 2024, la Unión Europea postergó la implementación de la norma de deforestación cero, tras una serie de pedidos por parte de los sectores productivos implicados y empresas de todo el mundo. En Perú, uno de los mercados más afectados es el del café. Entre 2023 y 2024, este exportó más de 450.000 toneladas. El 45% de ese café tuvo como destino la Unión Europea.
Lorenzo Castillo Castillo, gerente general de la Junta Nacional del Café (JNC), dijo a OjoPúblico que, si bien el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) ha desarrollado algunas actividades vinculadas a la implementación de la norma europea, todavía hay temas no resueltos, como la titulación de predios, que hoy solo llega al “30% de avance” y pone en una “situación crítica” al sector.
“Aspectos como la legalidad de la tierra no tienen ningún avance y es un problema extremadamente crítico. No se ha implementado un mecanismo para acreditar este punto. Hay un 70% de productores de café y cacao que no tienen títulos de propiedad”, advirtió Castillo Castillo, quien recordó que su gremio agrupa a 56 organizaciones socias, con más de 30.000 productores.
“LA JUNTA NACIONAL DEL CAFÉ ADVIERTE QUE EL GOBIERNO DE BOLUARTE BRINDA POCO APOYO PARA CUMPLIR LA NUEVA NORMA DE CERO DEFORESTACIÓN”.
El Midagri ha asegurado que maneja un registro para geolocalizar parcelas de café, cacao y palma aceitera. Sin embargo, no ha difundido detalles sobre el porcentaje de avance o la cantidad de parcelas georeferenciadas.
El ministerio también tiene un listado de productores agrarios, que agrupa a más de 2 millones de inscritos. Para conocer el detalle y distribución de los registrados por rubro económico, OjoPúblico solicitó esta información a través de la Ley de Transparencia. Sin embargo, el sector se negó a entregar los datos. Alegó que son “confidenciales y utilizados exclusivamente para fines estadísticos”.
Este medio le consultó al Midagri sobre la geolocalización de las parcelas productoras de café, cacao y palma aceitera, sus coordinaciones con autoridades locales y el acompañamiento que ha realizado a los sectores considerados por la nueva norma. Sin embargo, hasta el cierre de este informe, no contestó.

Sectores con “banderas rojas”
La implementación de la norma europea significa un reto para sectores que han tenido vínculos con la pérdida de bosques. Entre ellos destaca el maderero, cuya actividad ilícita ha contribuido a la deforestación amazónica.
En 2024, a partir del desarrollo del algoritmo Dipteryx, que empleó información oficial del sector, OjoPúblico detectó que más de la mitad de la madera comercializada por Perú tiene alto riesgo de ser ilegal. La cifra es superior a los datos distribuidos por las autoridades peruanas.
Con un sector caracterizado por la ilegalidad de su comercio, las madereras que exportan hacia la Unión Europea, ahora, deberán acreditar un origen sostenible del producto que extraen de la Amazonía.
Otra actividad con alertas por su vínculo con la pérdida de bosques es la palma aceitera. Desde el ingreso de capital extranjero a Ucayali, hace más de 15 años, la fiscalía ambiental ha abierto expedientes por presuntos delitos como tráfico de tierras y daños ambientales. A esto se ha sumado la escasa transparencia de las exportadoras sobre sus proveedores y destinatarios finales.

Como ha informado OjoPúblico, las principales compañías de esta región —Olamsa y Servicios Agrarios de Pucallpa, la última del Grupo Ocho Sur— no hacen pública información sobre sus clientes peruanos, que, luego, exportan el producto a Europa y América Latina.
El sector del cacao también tiene antecedentes negativos. Como en el caso anterior, está vinculado a inversiones extranjeras, que datan de hace más de 15 años, pero en Loreto. Luego, un grupo de empresarios —Dennis Melka, entre ellos— y funcionarios regionales fueron investigados por presunta responsabilidad en tráfico de tierras y pérdida de bosques. A la fecha, todavía no hay sentencias firmes en estos procesos.
En julio de 2020, el Instituto Nacional de Calidad de Perú aprobó cuatro normas técnicas que, en conjunto, permiten que el cacao nacional sea “sostenible y trazable”. Sin embargo, no existe un registro público para conocer si las principales exportadoras han adoptado estas medidas.
El Foro Económico Mundial consideró, en una publicación de febrero, que la medida de la Unión Europea representa, más que una “obligación regulatoria”, una “necesidad estratégica para combatir el cambio climático y proteger la biodiversidad”. Sin embargo, países como Perú todavía están a mitad de camino para garantizar que sus exportaciones no dañan a los bosques.
Redacción: Aramís Castro
Editado por Gloria Ziegler