Producción peruana de café alcanzó las 234.200 toneladas en 2022, mostrando una caída de 14%

En cuanto a exportación, en el 2022 ascendió a 5.447.000 quintales (250.500 toneladas) por US$ 1.252 millones, registrando un aumento de 29.4% en volumen y 60.5% en valor frente a los 4.210.000 quintales por US$ 780 millones del año previo, señaló el gerente de la Junta Nacional del Café (JNC), Lorenzo Castillo

En 2022, la producción peruana de café alcanzó las 234.200 toneladas, mostrando una reducción de -14% frente a las 272.000 toneladas registradas en 2021, informó el gerente de la Junta Nacional del Café (JNC), Lorenzo Castillo Castillo.

Señaló que esta menor producción se debe a los efectos del cambio climático, la presencia de plagas (como roya y ojo de pollo), así como al proceso de estrés que vienen sufriendo las plantaciones, que en un 70% han cumplido su ciclo productivo adecuado y están en declive, lo que afecta la economía de los centenares de miles de productores.

Indicó que la principal región productora de café en nuestro país es Cajamarca que concentra el 25% del total de la producción nacional. Le siguen San Martín y Junín.  Esta alta participación de Cajamarca tiene que ver con las mejores prácticas agrícolas que emplean, donde la roya tuvo menos impacto y el trabajo de soporte técnico que brindan las cooperativas a sus socios.

“Esto implica un cambio en el desarrollo de la caficultura nacional. Hace 20 años el Corredor Nor Oriente (Cajamarca y San Martín) eran considerados zonas de producción de cafés de baja calidad, sin embargo, en los últimos años, Cajamarca lidera tanto lo que es productividad, como calidad y asociatividad, porque ha sido la integración cooperativa la que ha facilitado estos procesos de innovación en el corredor nor oriente, desplazando a la tradicional producción de selva central, que durante más de 100 años lideró la producción nacional de café”, manifestó.

En el caso de Junín y Pasco, dijo que han decrecido su producción, así como su calidad, a pesar de la inversión que realizó el Estado, donde destinó más de S/ 400 millones como parte de la estrategia de atención a los problemas de la roya que se generaron en 2013.

Agregó que en Cajamarca se han instalado predominantemente cafés arábicos de alta calidad de taza como borbón, caturra, typica, y en los últimos años se ha incorporado la variedad Geisha; mientras que hay un menor porcentaje de catimores.

En cuando a 2023, el gerente de la JNC dijo que según el reporte que manejan es alentador en cuento a rendimientos y posiblemente haya precios positivos al productor. “Se reporta un proceso de llenado de café adecuado, solo nos preocupa -sobre todo en algunas zonas del norte- tener exceso de lluvias y presentar caída de café, pero hasta el momento hay un reporte positivo en todo el país y ojalá podamos recuperar la producción del 2021 (272.000 toneladas)”.

Exportaciones crecieron 29.4% en volumen y 60.5% en valor

Sobre las exportaciones de café por parte de Perú en 2022, dijo que fue significativo porque alcanzó los 5.447.000 quintales (250.500 toneladas) por US$ 1.252 millones, mostrando un incremento de +29.4% en volumen y +60.5% en valor frente a los 4.210.000 quintales (193.610 toneladas) por US$ 780 millones registrados en 2021.

“No se logró los US$ 1.300 millones en exportaciones de café porque los embarques de noviembre y diciembre fueron menores que en similares meses del 2021, sin embargo, el café se posiciona como el segundo producto de agroexportación en 2022 (detrás del arándano)”, comentó.

Añadió que este este alto volumen de exportación de café en 2022 se debió a que quedó saldo de café de la cosecha 2021 que se embarcaron entre los meses de enero a abril del año pasado, lo que fue un volumen muy importante que no se logró despachar en su año por diversos motivos como el transporte, la especulación de mercados, entre otros.

Lorenzo Castillo destacó que el alto precio del café en el mercado internacional (en promedio US$ 230 el quintal), se debe a los problemas que tiene Brasil en la producción de dicho grano, por lo que se espera que en este 2023 los precios sigan siendo positivos para el productor (aunque no como en 2022) ya que los analistas internacionales indican que los volúmenes de cosecha de café por parte del gigante sudamericano serán menores.

Sobre los destinos del café procedente de Perú dijo que el principal mercado sigue siendo Estados Unidos, seguido de Alemania, Bélgica, Colombia, Países Bajos, Canadá, Suecia, Reino Unido, Italia, entre otros. “Europa concentra el 60% de nuestra oferta de café. Colombia es el cuarto destino con cerca de 500 mil quintales, destinados a cubrir su déficit por baja producción, lo que les permite cumplir sus contratos a futuro que tienen las empresas de ese país, aunque los envíos a este mercado reciben precios significativamente menores en relación al precio promedio”.

El gerente de la JNC destacó que, del volumen y valor total de café exportado por Perú en 2022, las cooperativas participaron con el 32% (es decir 1.743.000 quintales por US$ 400.640.000). Además, dijo que, del volumen total despachado por las cooperativas, el 80% (1.395.000 quintales) son cafés certificados tanto orgánicos como de comercio justo.

Retos

En otro momento, Lorenzo Castillo resaltó que este alto precio del café permitió que los agricultores reciban un buen precio por su producto, eso ayudó a que aprovechen y mejoren sus cultivos, haciendo buenas prácticas agrícolas. Sin embargo, señaló que el problema que tienen los caficultores orgánicos está relacionado a las licencias que otorga Agro Rural para la venta del guano de isla, que permiten desarrollar volúmenes de abonos orgánicos, eso afecta los planes de fertilización de las cooperativas.

Además, dijo que hoy existe una gran incertidumbre para los caficultores peruanos (y de América Latina en general) debido a la exigencia de la Unión Europea (UE) de acreditación de cafés “cero carbono” a partir de 2024, en función de una exigencia de mitigación al cambio climático. Al respecto, indicó que la UE debe promulgar en las próximas semanas una norma que exige a diversos productos (entre ellos café, cacao, palma aceitera, entre otros), tengan que acreditar que no proceden de zonas deforestadas.

“Necesitamos una pronta implementación de una diplomacia cafetalera para enfrentar las condiciones y exigencia de la Unión Europea. También se debe trabajar en la implementación de las norma como es la georreferenciación del área de café, así como  la necesidad de emprender una reconversión de la caficultura asociada con agroforestería”, finalizó.