El 6 de enero de 1993, a las 10 de la mañana, cinco centrales de cooperativas se reunieron en un local de Jesús María con la decisión de sumar esfuerzos para impulsar el desarrollo de la caficultura peruana que atravesaba por una severa crisis.
Así nació la Junta Nacional del Café (JNC). Tomó el nombre de la entidad estatal que distribuía cuotas de exportación, pero ahora estaba integrada solo por productores organizados con el fin de hacer sostenible la caficultura peruana y velar por las necesidades de los productores.
Este gremio ocupó el lugar que dejó la Federación Nacional de Cooperativas Cafetaleras (FENCOCAFÉ) debilitada por la crisis de económica y el terrorismo.
El primer presidente de la JNC fue Walter Álvarez Jiménez, representante de la Central de Cooperativas Agrarias Cafetaleras Norandino; y el vicepresidente fue David Vera, de la Central Café Perú; Teodoro Pacco Sucaire, de la Central de Cooperativas Agrarias del Valle del Sandia (CECOVASA), asumió como secretario; Román Domínguez, de la Central de Cooperativas Agrarias Cafetaleras VRAQUS, fue primer vocal; y Gabino Delgado, de la Central de Cooperativas Agrarias Cafetaleras de la Convención y Lares (COCLA), segundo vocal.
También integraron el naciente gremio cafetalero la Cooperativa Agraria Cafetalera Jaén y el Comité de Desarrollo Integral de Productores de Café del Nororiente.
La JNC empezó a funcionar con siete organizaciones y ahora suman más de 50, distribuidas en las 10 regiones cafetaleras, agrupando a 50 mil familias de la selva alta dedicadas al cultivo del grano aromático.
Esta gran audiencia es la prueba de que ha cumplido con el objetivo aprobado en su primer estatuto: coadyuvar al desarrollo de la caficultura nacional a través de políticas inherentes al mejoramiento de la producción, productividad y calidad que incida en el desarrollo de la actividad cafetalera y el mejoramiento de la situación socioeconómica de los involucrados.
Demuestran que la organización ha cumplido con su función de promover medidas de política cafetalera, impulsar acciones de concertación entre los diferentes sectores que intervienen en la actividad cafetalera, así como apoyar la implementación de modernas técnicas de cultivo y beneficio del café, dar capacitación técnica al productor y fortalecer el gremio cafetalero.
Importantes logros
El primer gran acierto de la JNC ha sido impulsar el cultivo de cafés especiales, que nos han colocado en la vitrina internacional, compitiendo con los mejores granos aromáticos de calidad. Ahora, la apuesta pasa por alcanzar la sostenibilidad de la caficultura peruana, haciéndola rentable para los productores, respetando el medio ambiente.
Fue un largo camino para lograr el posicionamiento del café, desde que en 1996 se aprobó el primer documento de acciones estratégicas con miras a una caficultura moderna.
Cada uno de los presidentes de la JNC trabajó de la mano de su junta directiva a fin de alcanzar las metas propuestas para su respectiva gestión, siempre pensando en una agenda de mediano y largo plazo.
En 1993, Walter Álvarez (de la Central de Cooperativas Agrarias Cafetaleras del Nororiente lideró el gremio cafetalero e inició un proceso de reactivación de las cooperativas sobre la estrategia de promover el cultivo de cafés especiales, principalmente orgánico y de comercio justo.
Su sucesor, Celestino Moya (de CECOVASA), promovió a partir de 1996 el desarrollo de cafés especiales en las regiones y, en representación de los cafetaleros, llegó a ser presidente de CONVEAGRO.
En su gestión se organizó el I Foro Nacional Cafetalero, en el marco de la Feria Internacional del Pacífico. Asistieron delegados de la Organización Internacional del Café (OIC), del Instituto de Café de Costa Rica (ICAFE), y de la tostadora alemana Kraft Food Jacobs, además del ministro de Agricultura y el presidente de Prompex. Allí se anunció el primer plan nacional del café.
Raúl del Águila (de COCLA) fue elegido presidente de la JNC el año 2000, extendiendo su mandato un período más. Entre sus más importantes aportes destaca su incidencia, junto a otros gremios de CONVEAGRO, que culminó con la creación de Agrobanco, así como la eliminación del cobro de IGV a la comercialización del café.
También logró la formación del Consejo Nacional del Café, entidad integrada por el sector público y privado; empezaron a funcionar las filiales regionales de la JNC; y se inició la participación de las cooperativas socias en grandes ferias internacionales como la SCAA.
En 2006 asumió la responsabilidad César Rivas (en representación de la Cooperativa La Florida). En su período se desarrollaron acciones para que las autoridades reconozcan el acto cooperativo. Esto se plasmó en la Ley 29683, promulgada en 2011, tras la gran marcha de cafetaleros de todas las regiones hasta Lima.
Acogiéndose la propuesta de la JNC, en 2008 se nombró el último viernes de agosto como el Dia del Café Peruano. Y como parte de la promoción del consumo interno del grano aromático, se fortalecieron los concursos nacionales; además, se logró incluir al café en la canasta de productos bandera y se realizó la primera Expo Café Perú.
Asimismo, se firmó un convenio con el Ministerio de Agricultura para la rehabilitación de cafetales.
Durante el mandato de Anner Román (CENFROCAFÉ), iniciado en 2012, se luchó y se promulgó la Ley 29972, que promueve la inclusión de productores agrarios a través de cooperativas.
Se diseñó un programa de control de la roya frente a la grave afectación que sufrieron las plantaciones en 2012 y se plantearon propuestas para el Plan Nacional del Café.
En 2014 Perú se incorporó a Promecafe y suscribió un convenio con World Coffee Research en el marco de la feria SCAA, donde fuimos país anfitrión gracias a gestiones de la JNC. También se ejecutó un proceso de formación de técnicos con apoyo del FOMIN y SCAN.
El actual presidente del gremio cafetalero es Tomás Córdova (de la Cooperativa Oro Verde). Durante su gestión se ha fortalecido el aspecto técnico productivo y se está consolidando el movimiento cooperativo.
Se implementó un proyecto para introducir germoplasma de última generación a las organizaciones cafetaleras, así como formar redes de técnicos que puedan brindar asistencia a los productores.
Este es un breve resumen de las acciones más importantes de la JNC en sus 25 años de fundación, porque no hay mañana sin café.