Café: el trago amargo del cambio climático

CULTIVO PUNTAL DE NUESTRAS EXPORTACIONES
El gerente de la Junta Nacional del Café (JNC), Lorenzo Castillo, analiza la situación en la que se halla este cultivo básico de nuestra canasta exportadora y las dificultades que atraviesa debido al cambio climático y a los bajos precios en el mercado internacional.

Escribe: Rodolfo Ardiles Villamonte
Fuente: Diario El Peruano, Suplemento Económika

¿Qué evaluación haría del sector cafetalero en el 2019?
–La campaña cerró con un resultado negativo si lo comparamos con el 2018 y ello se debe principalmente a las complicaciones climáticas y a los bajos precios en el mercado internacional. En el primer caso, el cambio climático ocasionó una baja en la calidad y sobrecostos en la producción, debido a que el ciclo de producción se vio alterado.

Precisamente, debido a esas consecuencias climáticas, hoy tenemos café cerezo maduro, pero en la planta aún está floreando.

Los bajos precios internacionales han afectado a muchos productores. En la región San Martín, por ejemplo, las áreas destinadas al café hoy se orientan hacia el cacao.

En cuanto a los resultados, la cosecha del año pasado ascenderá a cinco millones 900,000 quintales, lo que significa alrededor de 271,000 toneladas de café verde.

Lorenzo Castillo, Gerente de la Junta Nacional del Café

¿A cuánto ascendió la producción de café en el 2018?
–En 2018 los estimados que tenemos es que fue de seis millones 100,000 quintales, lo que demuestra que hay una pequeña disminución en la producción.

No obstante, queda un excedente de cosecha de café del 2019 que deberá sumarse a la producción de este año, lo que representa un gran reto para el sector privado que deberá hacer un gran esfuerzo para colocar este café en el mercado.

Por otro lado, las inversiones efectuadas el año pasado se orientaron especialmente al desarrollo de infraestructura de acopio y poscosecha de las cooperativas y empresas para mejorar sus capacidades empresariales y también para lograr mejoras productivas.

¿Qué tipo de mejoras?
–Algunas cooperativas pudieron comprar fertilizantes y realizaron adecuadas labores, aunque estas inversiones no se efectuaron en los niveles esperados.

¿Qué dificultades observa para el año que comienza?
–En lo que respecta a los precios, vemos que no hay señales de mejoras sustantivas y es posible que lleguemos a 120 o 130 dólares el quintal. Sin embargo, ello dependerá de los flujos de mercado en la cotización de bolsa.

Por otro lado, los esfuerzos realizados por el Gobierno han chocado con algunos inconvenientes en el entorno internacional, como la sobreoferta de cafés certificados. Ello hizo que las inversiones en buenas prácticas y certificaciones no tengan compensación de los precios.

–¿Qué propone la JNC como solución?
La Junta Nacional del Café propone al Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) ingresar a un proceso de reconversión de la caficultura en el Perú, la cual consiste en desarrollar la gestión de cultivo con fincas diversificadas, pensando en la sostenibilidad de las familias cafetaleras en lugar de pensar solamente en el producto.

Con ello alentaremos a que se desarrolle un proceso en condiciones sanas, tanto en términos financieros como en soporte técnico.

La idea es que el productor tenga cultivos de corto período que le permitan tener ingresos y, al mismo tiempo, asociarse con la agroforestería.

Si lo vemos detenidamente, lo que planteamos es volver al concepto de caficultura con sombra de las décadas de 1960 y 1970, que se hacía sobre madera.

Ello se puede trabajar sobre todo en los cafetales debajo de los 1,500 metros sobre el nivel del mar, con un sistema de capitalización en las fincas y de ahorro previsional para el agricultor.

¿Aumentó el nivel de consumo interno de café?
En ese tema vemos una significativa mejora. Recientemente realizamos una evaluación y observamos que el país ha crecido en cuanto al consumo per cápita de café nacional.

Estimamos que en el 2019 se han consumido algo más de 25,000 toneladas en el mercado peruano.

–¿Cuántas hectáreas se destinan a la producción de café y cuántas se orientan a la producción de cafés especiales?
La data es algo contradictoria. Algunos usan las referencias del Censo Agropecuario del 2012, que arroja 425,000 hectáreas.

Recientemente, el Minagri reportó 450,000 hectáreas. No obstante, en la JNC vemos que hay 380,000 hectáreas en producción y tal vez 20,000 se encuentran en etapa de crecimiento o recién instaladas.

–¿Cuáles son las perspectivas de la cosecha para este año?
Para este año estimamos que la cosecha será menor. Los dirigentes cafeteros de Chanchamayo y de Satipo aseguran que hay dificultades que obligaron a muchos agricultores a optar por otro tipo de cultivos.

Asimismo, observamos una menor cosecha en la selva central, la cual representa una de las áreas de mayor producción del país.

Pero no todo es malo. Hay mejoras visibles en otras regiones cafeteras. Este es el caso de Cajamarca, en donde se han optimizado las condiciones de cultivo. Asimismo, tenemos un escenario positivo en el Cusco, aunque es recomendable tener cautela, ya que hay la posibilidad de lluvias que impidan la cosecha cafetalera.